EPIGRAMAS

EPIGRAMAS-2
Francisco De la Torre debía ser un misógino según se desprende de esta composición
Siendo buena la mujer
Que del costado ha salido,
En ella tiene el marido
Muy buen hueso que roer.

De Lope de Vega:
Viendo poner la veleta
A una torre de una lugar
Un sabio que estaba atento,
La causa les preguntó
Y el maestro respondió:
“Para conocer el viento”.
Y él dijo: “ya que en la torre
veleta habéis menester
con poner una mujer
sabréis el tiempo que corre”.

A Vergel, alguacil de la corte, a quien su esposa le ponía unos cuernos célebres en todo Madrid:
¡Qué galán entró Vergel
con cintillo de dimantes!
Diamantes que fueron antes
De amantes de su mujer.


Este epigrama de Alberto Lista, sacerdote y académico:
¿Al primer asalto mía?
Por Dios, que esto va, señora,
más pronto que yo quería
si ha de durar más de un día
resistid siquiera una hora.


Manuel Bretón de los Herreros aludiendo a su defecto físico- era tuerto- escribió unos bellos versos y mejor resignación:
Dejóme el Sumo Poder
por gracia particular
lo que había menester:
dos ojos para llorar...
y uno solo para ver.


El conde de Rebolledo supo que una vecina suya iba cada día a la iglesia a pedir a no sé qué santo el poder quedar preñada. El conde escribió:
Tus ruegos se lograrán,
Cloris, sin cuidado tanto,
si lo que pides al santo
pidieras al sacristán.


Vaya uno de José Cadalso que murió en el sitio de Gibraltar:
El que está aquí sepultado,
Porque no logró casarse,
Murió de pena acabado;
Otros mueren de acordarse
De que ya los han casado.